Si nos detenemos un momento, para examinar el mundo que nos rodea, nos daremos cuenta que delante de nuestros ojos físicos, y de la visión intuitiva de nuestra mente, están desfilando, en el inmenso telón de la vida, infinidad de acontecimientos: unos efímeros como anuncios breves; y otros, más extensos y detallados, con argumentos y acciones coherentes, que relatan historias verídicas o ficticias. Según la perspectiva y el interés del observador, esas experiencias cotidianas, pueden ser susceptibles de ser capturadas, retocadas, pulidas, transformadas, o enriquecidas, antes de quedar escritas, con el propósito de trascender como un trabajo elaborado, que merezca la atención, y la consideración de los lectores